HISTORIA

   

   

 TEMPORADA 1968

Las velocidades alcanzadas obligaron a la F.I.A. a hacer un replanteo, y como resultado del mismo, a partir de 1968 se estableció que los autos de Sport podían tener hasta 5 litros y los Sport Prototipos hasta 3 litros. 

Los GT por su parte conservaron su libertad en la cilindrada máxima. 

Desde que el automovilismo existe, los métodos para contener las velocidades finales de los vehículos han sido siempre los mismos. O se trabaja sobre la habitabilidad, el peso y las dimensiones, o se recae sobre el tope de cilindrada, reduciéndolo... 

Y esto último fue, en definitiva, lo que se hizo para que el combate Europa -Estados Unidos, que enfrentaba a los Ford MkII y MkIV (motor 7 litros, 520 HP) y los Chaparral-Chevrolet contra los Mirage-Ford (5,7 litros), los Lola-Chevrolet (4,5 ó 4,9 litros) y las Ferrari P4 (4 litros, 430 HP), no recayese en la grosería de derribar nuevamente los primados de Le Mans del modo en que lo habían hecho en 1967.

Los Ford GT40 (Sport) y los Ford Mk IV (Prototipo) habían mejorado en 12 meses lo que no se había podido hacer -en la misma relación- en 6 años (récords de vuelta en clasificación, y en carrera y promedio general para las 24 horas de Le Mans).

  Ford GT 40 Mk IV

Fue así que la Comisión Deportiva Internacional (C.D.I.) decidió reducir los topes de cilindrada de ambas especialidades, fijando el límite de 3 litros para los Prototipos y de 5 litros para los Sport, obligándolos a estos últimos a cumplir con una serie no menor de 50 vehículos para estar encuadrados en dicha categoría. Para que quede claro, si una fábrica deseaba participar en Sport con un determinado modelo, 50 unidades de dicho modelo debían estar construidas para poder ser homologado.

A partir de allí fue muy mal visto que los Ford se presentasen normalmente con tapas de cilindros Gurney-Weslake producidas en series mínimas y se desconfió de que Lola hubiese cumplido con la construcción de 50 aparatos.

De todos modos la lucha entablada ese año y el siguiente le dio la razón a la Comisión Deportiva Internacional. No solo se redujeron las velocidades finales sino que la lucha entre Prototipos y Sport fue muy pareja.

Y las cifras son elocuentes. En ese 1968 -con Ferrari fuera de la lucha al archivar su modelo P4 y abandonar su participación en Sport para dedicarse en exclusividad a la F1 y a la F2- Porsche levanta el guante representativo de la industria europea y alinea en Le Mans tres 907 (2915 cm3), un 910 y un 906 (1991 cm3) pero pese a que hicieron lo posible por ganar la clásica carrera, fue el Ford GT40 de Rodriguez-Bianchi el triunfador. 

Los Porsche, apoyados en su gestión por la aparición del nuevo modelo 908 de tres litros, dominaron en cinco carreras del campeonato al igual que los Ford GT40 movidos con motores de 4,9 litros de cilindrada.

Ford se quedó con el título, pero es indudable que beneficiado por los reglamentos oficiales que contabilizaban solo un cierto número de clasificaciones y no el total de puntos acumulados a lo largo de la temporada, que hubiese dado el triunfo a Porsche.

Pero Porsche estaba dispuesta a presentar batalla. 
Y las armas para ésta, debían contemplar la construcción de un modelo que aprovechara la posibilidad de dotarlo con motores de hasta 5 litros, tal lo que acontecía con los Ford. Y si la obligación de construir 50 modelos antes de la homologación significaba un escollo, éste se simplificó cuando en Abril de 1968, la F.I.A. anunció que desde 1969 solamente 25 autos serían requeridos para homologar un modelo para competir en la categoría Sport del Mundial de Marcas.

Para Porsche obtener el permiso de la Volkswagen para construir 50 de estos aparatos hubiese sido una utopía. Pero no lo era tal, reducida la cifra a la mitad y con la posibilidad de que poderosos equipos particulares o millonarios pilotos particulares pudiesen comprarlo.

Ferdinand Piech* se lanza detrás del proyecto de un nuevo auto y solamente 90 días después, logra la aprobación de su tío Ferry Porsche para diseñarlo y construirlo. El proyecto, internamente era conocido como Project 917. En menos de un año sería presentada a la consideración pública el arma con la que Porsche pretendía adueñarse de la categoría Sport.  

* Puede verse la historia de Ferdinand Piech en la Sección "Los Hombres" 

 

OTRAS MARCAS PARTICIPANTES

Otras marcas participantes por entonces eran Alfa Romeo, Howmet, Alpine-Renault y Lola Chevrolet.

Una excelente tenida en ruta pero muy poca potencia en sus tres litros. Tal es el balance del Alpine-Renault A220 del '68. Infaltable en Le Mans

La dupla Bonnier-Müller fué la que más hizo andar a los pesados Lola-Chevrolet. Su único triunfo se produjo en las 24 hs. de Daytona de 1969

La madurez del Alfa Romeo 33 2 litros (1968) fué larga y plena de sinsabores. Accidentes, muertes y cambios de estructura portante guiaron su desarrollo.

 

EL PORSCHE 908

En ésta temporada 1968, Porsche presentó en Le Mans el modelo de tres litros que llevó la denominación de fábrica 908 encuadrado en la categoría Prototipos. 
Sus ocho cilindros le otorgaban una cilindrada real de 2996 cm³. 

De éste 908 se derivó el modelo Spyder que luego debutaría en Sebring en 1969.

Porsche 908 LH

Porsche 908 LH

908 Engine

Fotos del sitio oficial de Porsche

El de la foto de arriba es un Porsche 908 LH (Cola Larga). Al comando de Hans Herrmann y Gerard Larrousse corrió en las 24 Horas de Le Mans de 1969

 

   

 Campeonato de 1968 

 
   

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